En una vereda campesina del municipio de Tinjacá (Boyacá) , rodeada de robles y árboles nativos crece, como otra fruta silvestre, la cocina de El Robledal.

Más de 25 años procesando las frutas y verduras frescas del entorno hacen de nuestras mermeladas y encurtidos un producto confiable y exquisito, elaborado con el cuidado y la conciencia de quienes queremos compartir lo mejor de nuestras huertas y cocina con todos aquellos que buscan disfrutar de un alimento sano y natural.

Hoy nos alegramos de poder hacer llegar a su mesa una variedad de sabores clásicos – y otros exóticos- enriqueciendo así sus posibilidades a la hora del desayuno, del té o de acompañar un buen vino con su familia y amigos.

Nos esmeramos porque cada uno de nuestros productos comunique el afecto y la alegría que sentimos al hacerlos.